hemos entrado de pleno en el "Rookie wall", tiempo en el que un jugador rookie en la NBA empieza a notar el cansancio tan bestia por la gran carga física y psíquica que le genera la liga. Todos, absolutamente todos los jugadores han pasado por esto y lo que se ve es una bajada de números y estadísticas que, en algunos casos, nunca volverán o volvieron a subir. De esto trata el artículo que os traigo hoy, de esa gente que no pudo estar al nivel que en la NBA se exige.
El artículo lo escribe Albert Molinari en la web ultimatenba.com
El artículo no lo he puesto completo, pues al final de este da una lista bastante extensa de jugadores que no han llegado a nada siendo elegidos en buena posición en el draft o siendo destacados en sus Universidades de origen. (entre ellos está Victor Claver)
Es la mejor Liga del mundo. Un coto donde los niños deben convertirse en hombres a una velocidad innata. Un paraíso donde lo admirable no es llegar, sino mantenerse. La NBA devora talentos cada temporada. Y muchos de ellos no reaccionan jamás, absortos en un bucle de desconfianza y presión que les lleva a ser jugadores de segunda o tercera línea o, en el peor de los casos, marginales.
Tanto da que seas un gran jugador en la NCAA o en Europa. Eso solo sirve para llenar currículum y ganarte algunos sponsors. La NBA aplica un filtro tan estrecho que cualquier mala decisión se cobra víctimas, cualquier atisbo de inmadurez es explotado hasta hacer que un aspirante a lobo se convierta en cachorro. Nadie regala nada en la vida.
Durante la última década hemos visto a muchos jugadores llegar con buen cartel y pasar de puntillas por la NBA. Otros que no han asimilado la fama y presión y se han desvanecido. Y algunos pocos no han tenido una oportunidad y ahora son jugadores de peso en grandes equipos europeos. Y hay que siguen en la NBA empeñados a tener una opción, aunque con ello se marchiten los mejores años de su carrera deportiva.
Puede que sea una combinación de llegar en mal momento, de que no confíen en ellos, de puro egocentrismo, de no adaptarse o no irse. Sea como sea, hay muchas ilusiones rotas en la última década en la NBA.
Uno de las ‘modas’ que se han instaurado en la Liga es que los mejores universitarios cumplan solo un año en la NCAA (one & done). O a veces, ni eso. La máquina de generar dinero que es el acceso a la NBA nubla las ideas de los imberbes talentosos, que escuchan los cantos de sirena de los representantes cual Ulises en su viaje. Las tentaciones son fuertes sobretodo para los que provienen de lugares marginales o con pocas salidas para una vida más digna, más sociable; mejor al fin y al cabo.
Soy del parecer que la inmensa mayoría necesitan mínimo dos años de formación académica, no solo como jugadores, sino como personas. El baloncesto no dura eternamente y una lesión o un fracaso anticipado pueden provocar el vacío. Y este vacío a veces hace que caigan (o se tiren) en el pozo de las deudas, las drogas, las malas compañías... O la muerte.
Solo hace falta dar un vistazo para ver como la mayoría de grandes jugadores han estado 2 o más temporadas en la NCAA: Michael Jordan (3 años), Kareem Abdul-Jabbar (4), Larry Bird (3), Tim Duncan (3), Magic Johnson (2), Hakeem Olajuwon(3) poner algunos ejemplos.
También es cierto que de vez en cuando aparecen desde la cuna para sentar cátedra y entrar en el Olimpo de golpe. Casos como LeBron James, Kobe Bryant, Kevin Garnett o Moses Malone, que nunca han pisado la universidad, son poco corrientes. Es como aprender a correr a los dos días de saber andar. Raras avis entre tanto jugador destacado en la constelación de la NBA.
Actualmente ya no se puede entrar en la NBA antes de los 19, con lo que el acceso directo desde el instituto es imposible. Si no se quiere ir a la NCAA, se tiene que ir a buscar una experiencia profesional al estilo Brandon Jennings, que se fue a Europa un año antes de ingresar en la NBA. Ahora, los proyectos de estrellas más emergentes, como Andrew Wiggins, aspirante a Novato del Año, hacen el one&deal, como otros jugadores jóvenes y no tan jóvenes que, con sólo un año en el college, gozan de respeto y galones en la NBA actualmente. Derrick Rose, Kyrie Irving, Anthony Davis,John Wall, Carmelo Anthony, o DeMarcus Cousins, son ejemplos de la tendenciaone&deal (curiosamente muchos son ex pupilos de John Calipari). La NBA es una llamada demasiado poderosa como para dejarla pasar cuando tu nombre sale en losmock drafts tan arriba, de ahí que un año sea suficiente.
Veremos con los años si su carrera merece ser reconocida. Veremos con el tiempo si las elecciones de unos y otros fueron certeras, pero sobretodo, fructíferas.
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